sus proyecciones, nociones de cuerpo, formas de interacción y representaciones sociales. Una experiencia en el municipio de Santa Rosa de Osos. 2013
martes, 12 de febrero de 2013
DEL CAMPO
Rubén Darío
Del campo
¡Pradera, feliz día! Del regio Buenos Aires
quedaron allá lejos el fuego y el hervor;
hoy en tu verde triunfo tendrán mis sueños vida,
respiraré tu aliento, me bañaré en tu sol.
Muy buenos días, huerto. Saludo la frescura
que brota de las ramas de tu durazno en flor;
formada de rosales, tu calle de Florida
mira pasar la Gloria, la Banca y el Sport.
Un pájaro poeta rumia en su buche versos;
chismoso y petulante, charlando va un gorrión;
las plantas trepadoras conversan de política;
las rosas y los lirios del arte y del amor.
Rigiendo su cuadriga de mágicas libélulas,
de sueños millonarios, pasa el travieso Puck;
y, espléndida sportwoman, en su celeste carro,
la emperatriz Titania seguida de Oberón.
De noche, cuando muestra su medio anillo de oro
bajo el azul tranquilo, la amada de Pierrot,
es una fiesta pálida la que en el huerto reina,
toca en la lira el aire su do-re-mi-fa-sol.
Curiosas las violetas a su balcón se asoman.
Y una suspira: «¡lástima que falte el ruiseñor!»
Los silfos acompasan la danza de las brisas
en un walpurgis vago de aromas y de visión.
De pronto se oye el eco del grito de la pampa;
brilla como una puesta del argentino sol;
y un espectral jinete como una sombra cruza,
sobre su espalda un poncho; sobre su faz, dolor.
?¿Quién eres, solitario viajero de la noche?
?Yo soy la Poesía que un tiempo aquí reinó:
Yo soy el primer gaucho que parte para siempre,
de nuestra vieja patria llevando el corazón.
domingo, 10 de febrero de 2013
LA CREACIÓN por la comunidad Kogui
Primero estaba el mar. Todo estaba oscuro.
No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas.
Sólo el mar estaba en todas partes.
El mar era la Madre.
Ella era agua y agua por todas partes
y ella era río, laguna, quebrada y mar
y así ella estaba en todas partes.
Así, primero, sólo estaba la Madre.
Se llamaba Gaulchovang.
La Madre no era gente, ni nada, ni cosa alguna.
Ella era Aluna [pensamiento o idea].
Ella era espíritu de lo que iba a venir
y ella era pensamiento y memoria.
Así la Madre existió sólo en aluna en el mundo más bajo,
en la profundidad, sola.
Entonces cuando existió así la Madre,
se formaron arriba las tierras, los mundos, hasta donde está hoy
nuestro mundo.
Eran nueve mundos y se formaron así:
primero estaba la Madre y el agua y la noche.
No había amanecido aún.
La Madre se llamaba entonces Se-ne-nuláng.
También existía un Padre que se llamaba Kata Ke-ne-ne-Nuláng.
Ellos tenían un hijo que llamaban Bunkua-sé.
Pero ellos no eran gente, ni nada, ni cosa alguna.
Ellos eran aluna. Eran espíritu y pensamiento.
Eso fue el primer mundo, el primer puesto y el primer instante.
Entonces se formó otro mundo más arriba, el segundo mundo.
Entonces existía un Padre que era un tigre.
Pero no era tigre como animal, sino era tigre en aluna.
Entonces
se formó otro mundo más arriba, el tercer mundo.
Ya empezó a haber gente. Pero no tenían huesos ni fuerza.
Eran como gusanos y lombrices
Nacieron de la Madre.
Entonces se formó el cuarto mundo.
Su Madre se llamaba Sáyaganeya-yumáng
y había otra Madre que se llamaba Disi-se-yuntaná
y un Padre que se llamaba Sai-taná.
Este Padre fue el primero que sabía ya cómo iba a ser la gente de
nuestro mundo
y fue el primero que sabía que iba a tener cuerpo, piernas, brazos y
cabezas .
Entonces se formó otro mundo y en este mundo estaba la Madre
Enkuane-nenuláng.
Entonces no había cosas todavía, pero ahora se formó la primera
casa,
no con palos ni bejuco ni paja, sino en aluna, en el espíritu, no más.
Entonces ya existían Kashindúkua, Noana-se y Nánacu.
Entonces ya había gente, pero aún les faltaban las orejas, los ojos
y las narices.
Sólo tenían pies.
Entonces la Madre mandó que hablaran.
Fue la primera vez que la gente habló,
pero como no tenían lenguaje todavía, iban y decían:
sai-sai-sai (“noche-noche-noche”),
ya había cinco mundos.
Entonces se formó el sexto mundo.
Su Madre era Bunkuáne-ne-nuláng; su Padre era Sai chaká.
Ellos ya iban formando un cuerpo entero con brazos, pies y cabeza.
Entonces empezaron a nacer los Dueños del Mundo.
Eran primero dos: el Bunkua-se azul y el Bunkua-se negro.
Se dividió el mundo en dos partes, en dos lados:
el Azul y el Negro,
y en cada uno había nueve Bankua-se.
Los del Lado Izquierdo eran todos Azules
y los del Lado Derecho eran todos Negros.
Entonces se formó el séptimo mundo y su Madre era Ahunyika.
Entonces el cuerpo aún no tenía sangre
pero ahora comenzaba a formarse sangre.
Entonces se formó el octavo mundo y su Madre se llamaba Kenyajé.
Su Padre era Ahuína-Katana.
Pero cuando se formó este mundo, lo que iba a vivir luego, no estaba
aún completo.
Pero ya casi.
Entonces había aún agua en todas partes.
Aún no había amanecido.
Entonces se formó el noveno mundo.
Pero no había tierra aún.
Aún no había amanecido.
Comunidad kogui
bibliografía:
En informe de desarrollo humano 2011. tomado de Colombia en la poesía
colombiana: los poemas cuentan la historia. 2010. Joaquín Mattos,
Amparo Murillo, Robinson Quintero y Luz Eugenia Sierra. Realización
Letra a letra. Premio Literatura del Bicentenario.
Ministerio de Cultura 2010. Bogotá: Gente Nueva, Letra a letra.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)